Arquitectura en torno al agua, entre materia y ligereza

Ubicado en un entorno dominado por la presencia serena de un gran reservorio, el proyecto Cantiza se concibe como un gesto arquitectónico que dialoga con el paisaje y sus escalas. Más que una pieza aislada, la arquitectura se despliega en relación con el agua, reconociéndola como eje natural y organizador del conjunto.

La propuesta se estructura a partir de una dualidad programática clara: por un lado, un volumen destinado a oficinas, gerencias y áreas operativas; por otro, un espacio social abierto que acoge a clientes, colaboradores y visitantes. Esta dicotomía funcional se traduce en una arquitectura que busca el equilibrio entre introspección y apertura, entre contención y fluidez.

El diseño explora una serie de resoluciones en dualidades como herramienta de articulación espacial:

  • Materialidad: La tectónica del proyecto se construye a través del contraste entre muros de tierra compactada y piedra —que aportan peso, textura y permanencia— y cubiertas ligeras de madera laminada, cuya geometría abierta aporta calidez y permeabilidad visual.

  • Geometría y forma: La volumetría se organiza en proporciones rectas y ortogonales, mientras que las cubiertas adoptan trazos más libres y orgánicos. Este juego compositivo permite a la arquitectura adaptarse suavemente al entorno sin renunciar a una expresión formal contenida.

  • Fachadas: La disposición perimetral responde a su entorno inmediato: hacia el frente, la fachada se cierra con sobriedad frente al área de parqueaderos e invernaderos; hacia el reservorio, se abre completamente, permitiendo que el paisaje entre y que el agua se convierta en parte activa de la experiencia interior.

  • Transición espacial: Altos muros de piedra funcionan como elementos articuladores entre lo público y lo privado, filtrando recorridos y otorgando al conjunto una lectura secuencial que respeta la función de cada espacio sin perder la unidad del conjunto.
En el corazón del proyecto, un jardín interior se convierte en vacío y pausa: separa sutilmente la oficina de gerencia del horizonte acuático y ofrece un respiro vegetal en medio del programa funcional. Este gesto permite experimentar el tiempo con otra cadencia, recuperando la noción de habitar como permanencia consciente.

El área social, abierta y versátil, se organiza alrededor de una mesa central para reuniones, pero puede transformarse en un espacio para eventos, encuentros o conversaciones informales. El deck exterior —equipado con chimenea y parrilla empotrada— prolonga esta atmósfera hacia el paisaje, reforzando la idea de que la arquitectura no se detiene en los límites del edificio.

Cantiza no busca protagonismo formal, sino equilibrio. En lugar de imponerse al terreno, lo entiende y lo acompaña. Desde los materiales hasta la orientación, cada decisión proyectual responde a la voluntad de generar un espacio de trabajo que también sea lugar de encuentro, pausa y contemplación.

Arquitectos:

Studio Alfa

Proyecto:

Oficinas y Showroom Cantiza

Año:

2024

Ubicación:

Cayambe | Quito | Ecuador

Metraje:

230m2